¿Por qué lo hacemos?

Vivimos en un lugar donde los caballos salvajes viven en libertad desde la edad de Bronce, época en la cual nuestros antepasados ya nos dejaban sus huellas en multitud de petroglifos, en los cuáles intuimos que ya por aquel entonces se celebraban los tradicionales curros y donde todavía hoy seguimos manteniendo la mayor población de caballos salvajes de todo el mundo. Es un hecho que contamos con el mayor panel grabado de caballos de toda la península Ibérica y el cuál nos desvela que fuimos los primeros en domar caballos salvajes de toda Europa, el lugar donde dicen quedan los últimos caballos salvajes de todo el mundo.

¿Por qué lo hacemos? Porque debemos.